Por Teléfono No Se Puede Ayudar Mucho
La veterinaria se dio cuenta realmente rápido que por teléfono no iba a poder ser de mucha ayuda. Además, los trabajadores se notaban ya bastante asustados al no saber qué hacer. Todo mundo empezó a lanzar ideas.
Tomando La Decisión
Se contemplaron varias opciones. El cortarle la cabeza a la víbora para poder después mover el cuerpo era una de las opciones. Pero de cualquier manera el querer matarla era algo riesgoso. Entonces decidieron que era mejor dejar el trabajo a los profesionales.
ADVERTISEMENT